Dia 3. Matí. La Granja de San Ildefonso

Palacio Real de La Granja de San Ildefonso

El Real Sitio de La Granja está situado en la vertiente norte de la sierra del Guadarrama, a unos 90 kilómetros de Madrid. Su nombre proviene de una antigua granja que los monjes jerónimos del monasterio segoviano de El Parral tenían aquí.

Felipe V se retiró a este lugar en 1724 y durante los veinte años siguientes engrandeció los jardines y el palacio, que fue usado como residencia de verano por todos sus sucesores hasta Alfonso XIII. Recientemente, se han acometido trabajos de restauración y de reordenación de las colecciones en los Salones Oficiales que nos permiten volver a la época de Felipe V.

Son de gran interés las bóvedas pintadas al fresco, los cuadros y el mobiliario de los siglos XVIII y XIX.

También destacan la Sala de Lacas, los cuadros realizados por Panini, y el museo de tapices donde se expone, entre otras, la serie del Apocalipsis, obra bruselesa del Siglo XVI.

Los jardines son uno de los mejores ejemplos que hoy se conservan de los jardines del siglo XVIII, realizado por el arquitecto francés René Carlier; está formado con parterres y bosquetes delimitados con paredes de vetación formadas con carpe, y alineaciones de árboles, en especial tilos y castaños de Indias. En el siglo XIX se introdujeron nuevas especies, sobre todo coníferas como las monumentales sequoias, plantadas ante la Real Colegiata, en los jardines del Medio Punto.

Estatuas de mármol blanco, y jarrones del siglo XVIII, decoran los parterres y avenidas del jardín, que se completan con grandiosas esculturas en las fuentes, en plomo pintado imitando bronce. Destacan las de Neptuno, Apolo y Andrómeda en la amplia perspectiva de las Carreras de Caballos; la Cascada de Anfítride, ante el Palacio; y las de las Ocho Calles, el Canastillo, los Baños de Diana y la Fama.

El agua que alimenta sus surtidores llega desde un gran depósito llamado El Mar, situado por encima de la zona ajardinada. Por la fuerza de la gravedad, como en el siglo XVIII, el agua de algunos surtidores alcanza los 40 metros de altura, como el de la fuente de la Fama.

Construcción

El Duque de Anjou, nació en Versalles, Francia en el año 1683, y se crió en la Corte de su abuelo Luís XIV, de carácter introvertido, era afable e inteligente y muy aficionado al ejercicio físico. En el año 1700, cuando cumplía 17 años se convierte en Felipe V (El Animoso), rey de España y de las Indias.

El Monarca frecuentaba los reales montes de Valsaín, cazando en compañía de la Reina y del Duque del Arco hacia el año 1718 se enamora del paisaje y de la riqueza cinegética de la zona, decidió levantar un palacio en el lugar en que se encontraba la ermita de San Ildefonso, para lo cual compró a la Comunidad de Monjes del Parral la granja-ermita, la hospedería y terrenos circundantes. El Rey que parece quiso imitar la vida de Felipe II, acabó demostrando que había sido educado en la corte de Luis XIV y lo que pudiera haber sido otro Palacio de El Escorial, acabó siendo una copia de Versalles.

Don Teodoro Ardemans, maestro mayor del Real Palacio y de la Villa de Madrid, fue el encargado de realizar los planos y el proyecto del nuevo palacio. La fecha de iniciación de las obras es 1721. La ejecución de la obra se encargó al aparejador D. Juan Román. Prácticamente al unísono de la obra arquitectónica comienza el trazado y construcción de los jardines bajo la dirección del escultor D. Renato Carlier y del jardinero D. Esteban Boutelou. Los movimientos de tierra fueron dirigidos por el ingeniero Etienne Marchand, que además se hizo cargo de la dirección de las obras el año 1725. De las fuentes y estatuas se encargó un grupo de relevantes escultores, entre los que destacaron Renato Fremin, Juan Thierry, Huberto Demandré, Pedro Pitué, Santiago Bousseau, etc.

El trazado y diseño de los jardines corresponde al estilo clásico francés, cuyo creador fue Le Nôtre autor de los de Versalles. Las esculturas de las fuentes se pensó en un principio realizarlas en bronce, pero debido a problemas económicos se decidió finalmente realizarlas en plomo, estableciéndose la fundición en el palacio de Valsaín. A partir del año 1724 el Real Sitio comienza a adquirir su máximo esplendor, pues ya no es un palacio más de la geografía española, sino que pasa a ser la residencia veraniega del Rey de España, con su correspondiente corte.

El Palacio tras Felipe V

El Rey Felipe V muere el 9 de Julio de 1746 siendo enterrado en la Colegiata. Isabel de Farnesio, durante el reinado de su hijastro Fernando VI, se retiró a San Ildefonso. La Reina murió el 11 de Julio de 1776 recibiendo sepultura como su esposo en la Colegiata y no en la cripta real del Escorial por su propia decisión.

Durante el reinado de Carlos III el Real Sitio adquirió su ordenación definitiva. Durante los siglos XVIII y XIX, el Palacio de San Ildefonso fue la residencia de verano de los Borbones y en él se celebraron hechos relevantes de la historia de España: la boda de Carlos IV con Mª Luisa de Parma; la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y Francia, el ministro Calomarde consigue durante la agonía de Fernando VII que se derogue la pragmática sanción decretada por Carlos IV a petición de las Cortes de 1789; los sargentos sublevados de la guarnición, obligan a Dña. María Cristina de Nápoles a proclamar la Constitución de 1812. Fue asimismo lugar de recepción de embajadas, nacimiento y bautizo de infantes, entre ellos el de la infanta Isabel (La Chata) y el de D. Juan, padre de D. Juan Carlos I.

Sufrió un devastador incendio el 2 de enero de 1918 que afectó a la techumbre de todo el palacio y a la Casa de Canónigos, quedando destruidos los frescos que decoraban los techos de la planta alta, algunas lámparas de cristal y bronce, muebles y las riquísimas telas que adornaban las paredes de los salones de esta planta.

En la planta baja de este palacio se exhibía la colección de esculturas de la reina Cristina de Suecia, y que reunió en su exilio en Roma tras su abdicación al trono. Fueron adquiridas por Felipe V y realzadas con peanas, que aún subsisten en los espacios originales. Las esculturas fueron trasladadas en el siglo XIX al Museo del Prado y reemplazadas por reproducciones en escayola.

Edificios y dependencias

La Real Colegiata de la Santísima Trinidad, que forma parte del conjunto.

El conjunto lo conforman el palacio propiamente dicho y una serie de edificios anejos, que dan a aquel una forma de U, con los Jardines del Medio Punto, donde se alzan diferentes árboles de especies de enormes coníferas exóticas como secuoya o abeto de más de 300 años que le eran regalados al Rey. El palacio, en la parte frontal del complejo, consta de dos patios, el de los Coches, a la izquierda, y el de la Herradura, a la derecha. Anexada al palacio, se halla la antigua capilla del monarca, la Real Colegiata de la Santísima Trinidad, que a su vez contiene un espacio conocido como Capilla de la Reliquias y Cenotafio Real, ya que aquí están enterrados el rey Felipe V y su segunda esposa, Isabel de Farnesio, cuyos restos descansan en un suntuoso mausoleo.

En perpendicular al palacio, por la parte izquierda, se sitúa una dependencia conocida como Antigua Casa de las Damas. Hoy acoge el Museo de Tapices, donde se exhibe una colección de tapices flamencos, de enorme tamaño y abigarrada iconografía, confeccionados en honor del rey Carlos I de España. En el lado izquierdo de la plaza se encuentra otra dependencia conectada al edificio principal, conocida como Casa de los Oficios.

Otro de los edificios del complejo palaciego es la llamada Casa de las Flores, con una superficie total de 655 m2.

El interior del Palacio es profundamente barroco con hermosos frescos en los techos y molduras de madera policromada con oro. También desatancan las impresionantes lámparas de vidrio fabricada en la Real Fábrica de Vidrio de La Granja.

Los reales jardines

Con una extensión de ciento cuarenta y seis hectáreas, los jardines rodean el palacio y son uno de los mejores ejemplos del diseño de jardines de la Europa del siglo XVIII.

Fueron diseñados por el jardinero francés René Carlier, que usó las pendientes naturales de las colinas que circundan el palacio como ayuda para la perspectiva visual y como fuente de energía para hacer brotar el agua de cada una de las veintiuna fuentes monumentales que decoran el parque. Carlier falleció en 1722, y su trabajo fue continuado por su compatriota Esteban Boutelou I (en francés Étienne Boutelou).[1] Al contrario que en Versalles, donde tenían muchos problemas para conseguir la presión del agua para las fuentes, en el Palacio de la Granja se utilizó la propia pendiente natural del terreno para conseguir una presión no vista hasta entonces en la época lo que permite que algunas fuentes superen los 40 metros de altura.

Las Fuentes Monumentales

Es sin lugar a dudas la parte más conocida del Palacio segoviano. El abastecimiento de agua de todo el sistema procede de los arroyos Morete, Carneros y Cacera de Peñalara o Chorranca que mediante cañerias y caceras llenan el estanque conocido como El Mar, que se encuentra situado en la cota más alta del jardín y cuya capacidad es de 216.000 m3, abasteciéndose de él la mayor parte del sistema. Para suministrar el agua a las diversas fuentes existentes otros 8 estanques más, El Chato, El Cuadrado, Las Ranas, El Medio Celemín, Las Llagas, Las Ocho Calles, depósito El Nuevo y depósito de Uso Común. Estos estanques y depósitos se encuentran situados a diferentes cotas, con lo cual se consiguen las diferentes presiones adecuadas para las fuentes asi estas puedan conseguir chorros de diferentes alturas y se evita que la presión de unos se vea afectada al encender el resto.

Diseminadas por los jardines se encuentran 21 fuentes, cada una está dotada de una cámara de válvulas o arqueta donde están ubicadas las llaves de apertura. Las tuberías que forman el sistema hidráulico de 300 años son en su mayoría de hierro fundido, alcanzando un diametro de hasta 50 cm. Las principales, de mayor longitud y diámetro, están dotadas de sus correspondientes ventosas para permitir la salida del aire del interior. Las tuberias tienen una longitud total aproximada de 13 kilómetros.

Las fuentes están inspiradas en la mitología clásica, incluyendo deidades, alegorías y escenas mitológicas. Se construyeron en plomo para prevenir la corrosión, aunque pintadas a imitación de bronce para ennoblecerlas, al igual que en Versalles.

En total hay 21 fuentes con más de 300 surtidores de agua. Todas las fuentes consumen una media de 9.000 metros cúbicos por hora si funcionan a la vez, la misma cantidad de agua que se consume en Segovia. El depósito principal se consumiría en 13 horas; por eso las fuentes nunca han funcionado a la vez y están pensadas para solamente encenderlas cuando se acercara el rey. Por este motivo, además del deterioro que supondría el funcionamiento continuo, solo funcionan todas 3 veces al año: 30 de mayo; Día de San Fernando, 25 de julio; Día de Santiago y 25 de Agosto; Día de San Luis.

Fuente de La Fama

"La Fama" esta situada en la parte oeste del Palacio, al final del parterre de La Fama. La pila es ovalada y en el centro se sitúa una roca de plomo imitando a mármol de seis metros. En lo alto de la roca se encuentra la Fama montada en un caballo alado tocando su flauta de donde sale un chorro de más de 42 metros de altura. El caballo esta pisando a cuatro guerreros que representan a la envidia, la ruindad, la maldad y la ignorancia. En la base del peñasco se encuentran cuatro númenes de río que vierten agua desde sus ánforas, dos ancianos que representan al río Duero y al Ebro y dos ninfas que representan al Guadiana y al Pisuerga. Alrededor de la roca hay geniecillos montados sobre delfines que expulsan agua por la boca. La fuente tiene 21 surtidores que consumen 360 litros por segundo y no puede funcionar más de 10 min ya que los surtidores más pequeños consumen rápidamente el depósito de las Ocho Calles.

Fuente de la Carrera de Caballos

La "Carrera de Caballos" es un conjunto de tres fuentes diferentes pero que funcionan a la vez. Neptuno, El Mascarón y Apolo.

La más grande es la Fuente de Neptuno que esta formada por una pila rectangular y tres grupos escultoricos alineados el de centro esta Neptuno con su tridente sobre una carroza tirada por dos caballos con cola de pez que expulsan agua por sus narices y en la proa de la carroza un tritón sujeta a un delfín que expulsa un chorro vertical de casi 30 metros de alto. A los lados dos geniecillos montados sobre caballos marinos escoltan a Neptuno expulsando un chorro cada uno de menor altura que el central.

La Fuente del Mascarón esta situada en una pared vertical y entre una gran escalera, salva el desnivel entré Neptuno y Apolo. Consiste en una máscara fijada en la pared que suelta agua por la boca en una gran concha sostenida por dos figuras humanas que representan al río Tajo y Guadalquivir.

La Fuente de Apolo esta formada por cuatro estanques formando una escalera. Apolo esta sobre un peñasco con una corona de laurel y tocando la lira sentado sobre la serpiente Pitón que expulsa un gran chorro vertical de 23 metros de alto, en frente esta Minerva arrodillada sobre la ignorancia. En el resto de estanques hay geniecillos jugando con dragones que sueltan también chorros de agua.

Fuente de La Cascada Nueva

La Cascada Nueva esta situada en frente del palacio, es la primera vista desde la habitación del rey. Consiste en una gran escalera de mármol por la que cae el agua desde la parte superior.

En la última pila esta la Fuente de Amphítrite donde aparece montada en una carroza de concha tirada por delfines que expulsan un gran chorro vertical y rodeada de geniecillos y númenes.

En la parte alta esta la Fuente de las Tres Gracias en el centro de una pila circular varios tritones sujetan con la cabeza un plato circular y sobre este están las tres gracias Aglae, Talia y Eufrosina que sujetan otro plato más pequeño donde esta un niño abrazado a un delfín que expulsa agua por la boca.


Link passeig mitològic pel jardí: http://ies.garciamorato.madrid.educa.madrid.org//Dep_Griego/fuentes_granja.html